miércoles, 15 de marzo de 2017

Con Cuadros, mensajes, animales o flores

Hoy chateando con una amiga, me comentaba que después de que se metió a curiosear en el blog y leer el post de los manteles, tenía ganas de salir a comprar algunos pues en su nueva casa no tiene, pero como está comenzado una vida en otro país y dejó atrás muchas de sus pertenencias personales, y aunque es obvio que debe reiniciar el proceso de instalarse en su nuevo espacio, también debe ajustarse a un presupuesto de arranque, en el que algunos gastos están, temporalmente, pospuestos.

Hay muchos motivos o circunstancias, que en algún momento nos obligan a respetar y a mantenernos dentro de un presupuesto ajustado. Son esas ocasiones, en las que la realidad nos impone que debamos pasar de largo frente a esas cosas que nos gustaría tener o cambiar en nuestras casas. 

Sin embargo, también hay opciones que nos pueden servir para paliar esas limitaciones, siempre y cuando seamos un poquito flexibles y dispuestos a probar, aunque eventualmente, esto signifique salirnos de los cánones que normalmente manejamos. 

Bajo esta premisa, les cuento que en las tiendas por departamento, del hogar, automercados, pueden encontrarse con mayor frecuencia, una variedad de paños de cocina o repasadores (en ingles kitchen towels) cada vez mas y mas lindos, y aunque los hay de muchos precios, (puedes encontrar unos muy costosos) la mayoría son económicos y comprarlos puede convertirse en un vicio.

Por eso, ya que son notoriamente menos costosos que un mantel o si quieres algo que no sea  de plástico, los paños como un individual son siempre una buena opción, ya que por comprar los necesarios y adecuándote  a tus necesidades, no vas a gastar  mucho, pueden ser iguales o diferentes, según tus gustos, y lograr armar una mesa linda con ellos, dejando para cuando sea posible la búsqueda del mantel que desees. 

Por otro lado, si ya los tienes en cantidad porque caíste en la tentación de comprarlos por lo lindos que son, pero unos cuantos han ido quedando guardados en los cajones de la cocina porque te produce pena utilizarlos y ver como se van curtiendo o manchando a la velocidad de la luz (mas aun, si tu cocina es como la mía que siempre esta en actividad), usarlos en la mesa, en alguna ocasión informal o desenfadada, siempre será un toque diferente y divertido.


Estoy clara en que esto ni es invento mío, ni es noticia nueva, pero siempre es lindo recordar, reinterpretar y reusar las buenas ideas, y cuando las ponemos en práctica, cada quien  las adapta según su propio estilo y posibilidades. Los repasadores, también los uso en ocasiones como servilletas (de navidad se consiguen bellezas), como manteles para bandejas, y muchas otras formas mas.




Los detalles de nuestras casas, nos identifican y nos invitan a disfrutarlas y sentirnos cómodos al llegar a ellas o al despertarnos en la mañana. Y ya sea, que vivamos solos o acompañados, son esas pequeñas cosas las que nos hace llamarlas nuestro hogar.





martes, 14 de marzo de 2017

A la hora del te...

Hay semanas que son, digamos, que algo difíciles, y arranco este post de esa manera, porque son los momentos así los que sirven para valorar las cosas buenas, y aunque puedo enumerar algunas cuantas con las que he sido bendecida, quiero dedicar estas líneas a una en especifico: mis amigas.

Ya sea a través de una llamada telefónica, una conversa de whatsapp, un breve encuentro o una tarde de te con dulcitos,  tengo la enorme dicha de contar con algo tan valioso como es el afecto de cada una de ellas; seres individuales, una muy distinta de la otra, e incluso unas mas lejos que otras, pero puedo decir sin ninguna reserva que con cada una de ellas existe una relación de amistad.

martes, 7 de marzo de 2017

Entre manteles te veas


Si, lo que se ve en la foto son manteles!!! Como me cansé de tener que estar siempre buscándolos entre los baules, cajones y gavetas de los varios muebles donde los tenía guardados por carecer aún del espacio ideal para almacenarlos como a cualquiera le gustaría, es decir, juntos y a la mano, para no tener que parecer un pajaro loco saltando por toda la casa para escoger cual usar o sacar varios para escoger y luego agotarme devolviendo a su sitio todos los candidatos que serán usados en otra oportunidad, decidí tenerlos a la vista y disposición justo a la lado de la mesa del comedor. Confieso que dudé al principio pensando que quizás sería demasiado pintoresco, pero el método de almacenaje, no solo ha ser resultado práctico y cómodo, sino también decorativo y me encanta el aporte de colores.

Los que me conocen, saben que siento un especial gusto por armar mesas. Elegir cada detalle que va a distinguir algo tan lindo como es compartir una comida, un dulce, una taza de café o un te con nuestros seres queridos, sin que necesariamente sea alguna fecha u ocasión relevante, pues, el solo hecho de reunirnos y pasar un tiempo juntos ya merece que el espacio sea agradable, memorable.